Una historia de amor entre Dios y su pueblo. Análisis al Profeta Oseas

Origen 

El ministerio de Oseas se sitúa durante el reinado de Jeroboam II, es decir en el siglo VIII A. C. (783-742). El ambiente político y religioso de Israel es descrito como «una paloma acorralada» (7,11) la inseguridad, la violencia, la decadencia moral son signos inequívocos de la ruina que se acerca; la realeza es culpable ya que ha desconfiado del poder de Yahveh apoyándose en potencias extranjeras, escandalizando con su apostasía, mostrándose inepta para mantener el orden y la justicia; Israel ha venido a ser un pueblo como los otros, volviendo las espaldas a su Dios.

Como indica claramente su título (Os 1, 1) el libro fue editado para los lectores de Judá. Por eso, el título del libro hace referencia a los monarcas del sur más bien que a los del norte, a fin de que fuera mejor comprendido y situado por unos lectores que ignoraban la situación política del reino de Israel. Habría sido comenzado a redactarse en Israel en vida del profeta Oseas, y terminado en Judea después de la caída de Samaria.


Autor

Oseas es el primer profeta menor que nos presenta la Biblia. Cronológicamente, sin embargo, no es el primero. Su nombre significa «Yahveh salva». Era hijo de Berí y pertenece al reino del Norte, cuya historia, vida política y religiosa conoce perfectamente. Algunos piensan que sería sacerdote, otros que pertenecía al cuerpo de los profetas por el conocimiento que tiene sobre la situación de su pueblo. El libro tiene ediciones posteriores a la muerte de Oseas, por lo que podemos hablar de Oseas (el profeta) como autor del libro original y a la comunidad que migró como refugiados al reino de Judá (de tradición deuteronomista) como sus autores finales.
 

Objetivo y destinatarios 


Todos los elementos de su libro hacen de Oseas un profeta del norte, pero el libro fue editado para los lectores de Judá. Si se encuentran igualmente en sus textos numerosas alusiones o menciones explícitas de Judá, es porque se encargaron de difundirlo por el reino del sur los refugiados de Israel, Reino del Norte ya conquistado, deseosos de que los conocieran igualmente los del reino de Judá. Aleccionados por la catástrofe que acababa de conocer su patria, quisieron poner en guardia a sus vecinos judíos utilizando la predicación de Oseas y, como ya se ha advertido, componiendo los primeros elementos del libro del Deuteronomio.
Estas obras, así como las que se atribuyen a la escuela deuteronomista, están impregnadas del deseo de evitar a Judá lo que había ocurrido en Israel, que había permanecido sordo a la predicación de Oseas.

La relectura realizada con ocasión de la edición en Judá del libro de Oseas muestra una vez más hasta qué punto los textos proféticos fueron leídos y transmitidos por los sucesores de los profetas, con la finalidad de alimentar la fe del pueblo. Esto demuestra que creían en el valor de su palabra más allá del contexto particular de su proclamación.
 

Estructura y composición 


Oseas es el primer profeta menor que nos presenta la Biblia. Le antecede el libro de Daniel y posterior a él se encuentra Joel. El libro de Oseas debe dividirse en cuatro partes:

I.          Capítulos 1 a 3; el Matrimonio, el adulterio de Gomer y la restauración de este pecado.

II.         Capítulos 4 a 11; acusaciones y advertencias a Israel. El tema de los pecados del culto y el pecado de Israel en la política externa e interna.

III.        Capítulos del 12 a 13; lecciones históricas de Oseas. El profeta desmitifica la historia de su pueblo, con sus grandes personajes, porque es una historia de pecado y rebelión. Es una meditación sobre la historia pasada de Israel para subrayar la ingratitud del pueblo en el presente.

IV.       Capítulo 14; oráculo de salvación, mesianismo.

Los capítulos del 4 al 14 se desarrollan siguiendo una estructura de tres momentos: acusación – castigo - redención. Algo típico de Oseas es su visión crítica del pasado.
El empleo de imágenes es una de las principales características del libro de Oseas. No sólo para describir la actitud del pueblo, sino igualmente la acción y hasta el ser del Dios de Israel. Son innumerables y proceden tanto del mundo de:
  • Las relaciones humanas: el padre y el hijo marido y su mujer.
  • Del mundo animal (Israel es como una cándida paloma [7, 11]
  • Como una novilla domesticada [10, 11)
  • Dios es un león [5, 14; 13,7], un oso, un leopardo, una leona [13, 7-8)
  • Del mundo vegetal (Israel es una viña [10, 1]
  • Como unos racimos [9, la);
  • Dios es un ciprés [14, 9]).
  • Un horno (7, 4);
  • Su conversión, con la niebla de la mañana con el rocío del amanecer (6, 4).


Perfil Teológico

El tema central es la relación amorosa de Yahveh con su pueblo. El matrimonio con una prostituta simboliza el esfuerzo loco de Dios por restablecer una verdadera relación con su pueblo a pesar de sus infidelidades. A continuación, un vocabulario que enriquece esta afirmación:

  • Bésed (ternura): lazo de afectuoso en los miembros de una pareja.
  • Rahamin (amor) se reversa únicamente al amor de Dios hacia nosotros. Es una palabra plural. Se relaciona con seno materno, es decir es un amor que viene de las entrañas.
  • Yada (conocimiento) es uno de los términos clave de la teología de Oseas. Nosotros conocemos con todo nuestro ser, pero el uso de esta palabra es evocando un conocimiento más allá de lo intelectual, es decir que evoque una relación. No es lo mismo escuchar lo que se dice de alguien que conocer a ese alguien. Oseas entiende que la falta de este conocimiento es la causa de los males en la tierra. Yahveh conoció a Israel (9,24), su marcha por el desierto (2, 7), desea conocer lo que hay en su corazón (8, 2) Y probará a Israel para saber si lo ama (13, 4), Israel tiene que «conocer» reconocer a su Dios: «que él es el único».


Por otra parte, el comportamiento de los jefes políticos o del pueblo se compara con:

Hay que señalar, sin embargo, una característica fundamental del empleo de las imágenes aplicadas a Dios. Radicalmente innovador en este terreno, el profeta subraya no obstante en cada ocasión que no hay que confundir la imagen con lo que pretende significar, que Dios no puede reducirse a imágenes y que éstas no dejarán de ser imágenes.

Por ejemplo, la representación de Dios como padre en el c. 11. En 11, 8 se señala claramente que, si Dios reacciona en favor de su pueblo, en contra de lo que se podría esperar, es porque él es Dios y no hombre, mucho más que el mejor de los hombres y el más perfecto de los padres. Igualmente, en 14, 9 se presenta a Dios como la fuente de todos los frutos; el profeta lo compara con un árbol, pero el árbol es un ciprés..., que no da frutos comestibles.

 

Género Literario

El libro está compuesto en su mayor parte por poesías. Solo los capítulos del 1 al 3 son de narración, siendo los demás, es decir del 4 al 14, una explicación teológica a profundidad de los acontecimientos narrados. El matrimonio de Oseas con Gomer, es un acontecimiento simbólico que sirve al profeta de interpretación de la historia de Israel en la que Dios ama completamente a Israel y el Pueblo le es infiel.


Crítica

“Su estilo literario denota una imaginación viva, traducida en riqueza de imágenes y en una ternura delicada (11,1-4), pero llena de vigor: "alma fina y profunda, al mismo tiempo tierna y violenta, un temperamento de hijo del Zebedeo" (OSTY). Parece relacionado con los círculos de los levitas y sacerdotes (tal vez fuera uno de ellos): les echa en cara que no tienen "conocimiento de Yahveh" y por tanto no lo saben comunicar al pueblo, como es su misión (4,4ss)”. (Mercaba)

Según (Retamales, 1997) El libro del profeta Oseas es de gran complejidad debido a que el texto hebreo fue transmitido con imperfección y, en parte, desconocemos el dialecto hebreo del norte que a veces emplea. En reiteradas oportunidades los traductores deben recurrir a la hipótesis más probable a fin de restituir el texto original. La complejidad del libro no reside sólo en la lengua, sino también en la falta de armonía del material que contiene: los oráculos de juicio se yuxtaponen con los de salvación, sin mediar ninguna transición, lo que supone que se perdió parte del material o bien que se alteró la disposición original del mismo”.


Curiosidades y paralelismo

El Nuevo Testamento utiliza algunos textos del profeta en varios momentos clave: Mt 2, 15 cita a Os 11, 1 en el texto midrásico de la huida a Egipto: Jesús se convierte en el hijo al que el Señor llama de Egipto; el pueblo, Israel, se concentra en Jesús, se identifica con él. Por otra parte, al utilizar la imagen del «hijo», Mt quiere sin duda revelar uno de los aspectos fundamentales de la personalidad de Jesús. 

En 1 Cor 15,55 se cita a Os 13, 14 en el contexto muerte-resurrección, pero la utilización que se hace de él transforma por completo el sentido del texto en su propio contexto. En efecto, Pablo recurre a la frase de Oseas: «Muerte, dónde están tus calamidades? Morada de los muertos, ¿Dónde está tu azote?», para significar que la muerte ha sido vencida en Cristo, mientras que el texto profético, pronunciado por Dios, servía más bien para llamar a estos «instrumentos de Dios» a fin de castigar a Israel; por tanto, se trata de dos sentidos realmente opuestos.

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