Jesús ¿anunciarlo o imponerlo?
Es mas evidente el creciente número de personas que se han decepcionado de las religiones. Observemos a Israel que figura entre los países menos religiosos del mundo, con el 65 por ciento de sus habitantes que dicen ser no religiosos o ateos. Muchas veces esta negativa ante la relación con lo sagrado viene de que a ellos se les impuso una doctrina y no se les propuso antes un encuentro con su Creador.
Pero ¿Qué diferencia hay entre anuncio e imposición? ¿Por qué las personas de este siglo se alejan cada vez mas de la religión? Creo que es pertinente responder a esto, no solo en Navidad y semana santa o el resto de los tiempos especiales, si no el año entero. Me gustaría reflexionar y que nos planteemos la idea sobre el papel de la religión en el mundo de hoy, además de cual es su realidad y que enfoque se debe dársele.
Primero debemos entender en que mundo vivimos. Con el final de la segunda guerra mundial, la caída del muro de Berlín, el expansivo uso del Internet, el avance del liberalismo frente al fascismo y comunismo, entre otros fenómenos en la historia de la humanidad, se creó la sociedad posmoderna en que vivimos hoy. Ésta es ante todo una sociedad de verdades, mas que de absolutismos y en ella la religión, Dios, trascendencia, espiritualidad y demás realidades de presencia en tiempos anteriores no caben, o están, como en nuestro país, por perder su lugar antes ocupado. No me malinterpretes, la religión sigue teniendo un lugar, pero no el lugar que antes tubo.
Otro punto para analizar es el modo de Jesús. ¿Cristo era un ferviente defensor de un mensaje específico de vida? Claro que si, pero no podemos afirmar que éste llegue a la imposición de su mensaje a los demás. Repasemos el texto del rico que se acerca a seguirle (Marcos 10, 17-30). A pesar de la sincronía con el Evangelio que hasta cierto punto este tenía, Jesús no le persigue luego de su respuesta negativa. Se entristece, como cualquiera que ama a otro y desea su bien, pero no le juzga, ni persigue, ni condena u obliga. Para Jesús su mensaje, concepción de la vida y relaciones humanas son instrumentos de liberación de los males que nos agobian, pero no son un absoluto que demanda de una imposición para su anuncio. Al contrario, como muestra la catequética del relato de Emaús (Lucas 24, 13-35) el Evangelio es una propuesta que se anuncia. También debemos señalar el respeto que exhiben los primeros cristianos ante las diferentes corrientes de pensamiento existentes en su época. Pablo realiza un anuncio en el Areópago que no fu recibido por todos los presentes ahí, pero eso no lo llevó a condenarles luego de rechazarle. Al contrario se concentró en lo que si acogieron el anuncio.
La religión cristiana debe reflexionar mucho sobre esta realidad. No debemos seguir imponiendo a los que piensan diferente nuestro pensamiento. Suficiente tiempo ha pasado y bastante males se han generado de esa "cristianización" del mundo con garrote en mano. Es una contradicción anunciar a Jesús como lo que no es, imposición, yugo, condenación, uniformidad recalcitrante, etc. Las religiones deben proponer una conjunto de valores, una opción diferente de vida a un mundo lleno de decepción, falacias y pecados sociales. Debemos ser luz de las gentes y no una masa que va realizando una cacería de brujas en nombre del bien.
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